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Según la Organización Mundial del Comercio Justo, WFTO, “el Comercio Justo es un sistema comercial basado en el diálogo, la transparencia y el respeto, que busca una mayor equidad en el comercio internacional prestando especial atención a criterios sociales y medioambientales. Contribuye al desarrollo sostenible ofreciendo mejores condiciones comerciales y asegurando los derechos de productores/as y trabajadores/as desfavorecidos/as”.
De esta manera se establecen relaciones comerciales alternativas al comercio convencional, y el comercio pasa a ser una herramienta más de cooperación, con el objetivo final de reducir la pobreza y la desigualdad en el Mundo, y garantizando los derechos de los participantes.
Estas relaciones comerciales se basan en los 10 principios básicos del Comercio Justo:
- Creación de oportunidades para los productores desfavorecidos o con desventajas económicas, para así reducir la pobreza y la discriminación a través del comercio.
- Creación de relaciones comerciales transparentes y responsables, y en todo momento voluntarias para todas las partes.
- Ejecución de políticas comerciales justas, anteponiendo el bienestar de los productores a la maximización de beneficios. Se establecen relaciones comerciales a largo plazo basadas en la confianza y el respeto mutuo, evitando la competencia desleal y respetando los valores culturales de los productores.
- Pago de un precio justo, fijado de mutuo acuerdo entre comprador y vendedor, estableciendo una remuneración socialmente aceptada (otorgando condiciones de vida dignas a los productores) y que a la vez permita fijar un precio de venta acorde al mercado. Esto reduce la brecha de precio entre lo que reciben los productores y lo que pagan los consumidores finales. Además el precio justo incluye adelantos en los pagos para facilitar la financiación de los productores.
- Rechazo del trabajo infantil y forzoso, siguiendo las directrices de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.
- Rechazo de la discriminación, y fomento de la igualdad de género y libertad de asociación. Se proporcionan iguales oportunidades para toda persona, independientemente del género, raza, origen, casta, religión,… respetando los Derechos Humanos Universales.
- Asegurar condiciones de trabajo dignas, en cuanto a salubridad y seguridad, y un salario adecuado que permita vivir con dignidad.
- Facilitar el desarrollo de capacidades de productores y trabajadores, potenciando sus habilidades y facilitando el aprendizaje de otras nuevas.
- Promoción honesta del Comercio Justo, ofreciendo información transparente al cliente, tanto de la propia compañía como del origen de los productos.
- Cuidar y respetar el medio ambiente, utilizando materias gestionadas de forma sostenible, buscando reducir el consumo de energía y minimizando el impacto sobre el medio, mediante el aprovechamiento de los recursos.
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